A unque parezca increible no había podido escuchar el último trabajo de Sting con cierta calma hasta hace unos días, ¡se publico en 2013!,  y no hace falta llegar a realizar un análisis prufundo para darse cuenta que su voz se ha quedado aterida. Sin duda fueron muchos años cantando en tonos inasumibles para cualquier voz no sobrenatural, sin duda tonalidades más propias de Mercury o George Michael que en realidad Sting bordaba gracias al dominio de  sus extraños armónicos rasgados ya desde su garganta y que combinaba con un sutil semifalsete , ¡genial, lo nunca visto!. Pero creo que esta ejecución le ha pasado factura. Su voz ha perdido ímpetu pero no ha ganado la profundidad propia de los cantantes de edad avanzada como Chri Rea.  No sé, no me ha gustado mucho esta forma de cantar, más propia de un boulevar que de un cantante pop y técnicamente alguna subida s por encima del LA B son escandalo mente desastrosas . Respecto al disco, buffff, quien soy yo para juzgar a u